El mapa de la formalización: de 0% a 100% de impuestos

Primera paso: Formaliza tu negocio

¿Qué es la formalización y por qué deberíamos formalizar nuestro negocio y/o actividades?

La formalización es el proceso que manifestar al Estado la existencia de tu empresa (constitución) y sus movimientos (declaración), que a su vez, es la incorporación a la economía formal del país. Uno de los beneficios de formalizar los negocios es la transparencia de los mismos. Al declarar al Estado las personas o empresas involucradas, actividades a realizar, y futuras operaciones, se minimiza el riesgo de ejecutar algún tipo de acto fraudulento, aumentas la confianza en las empresas, entidades bancarias, financieras y todo tipo de usuario. Si somos más, la formalización te permite ser parte del mercado empresarial ¿Por qué? Si formalizas tu negocio, pero mantienes tus actividades en la informalidad, es decir, no cumples con los requisitos, lineamientos y normativa establecida para las empresas, será muy difícil que tu negocio crezca.

¿Por qué no formalizan las empresas?

Hay dos razones principales por las que algunas empresas evitan la formalización. La primera es el deseo de evadir impuestos, un tema que aclararemos en este artículo. La segunda es la percepción de que el proceso de formalización es complicado.

El desconocimiento sobre los impuestos genera un temor comprensible a la formalización. Algunas de las principales preocupaciones son:

  • Si al constituir un negocio desconocemos los regímenes tributarios, el Estado nos asigna por defecto al Régimen General, que implica una mayor carga fiscal. Sin embargo, existen opciones como el NRUS, RER o Régimen MYPE Tributario, con tasas impositivas más bajas y procesos simplificados. No elegir el régimen adecuado desde el principio puede impactar negativamente en las ganancias de la empresa.
  • Pertenecer al Régimen General implica cumplir una serie de obligaciones fiscales que, al ser desconocidas por el contribuyente, pueden resultar en multas, embargos e incluso fiscalizaciones. Estas sanciones pueden afectar gravemente la salud financiera de la empresa.
  • Formalizar un negocio puede parecer complicado, y a menudo se asocia únicamente con la constitución de una empresa (persona jurídica – RUC 20), lo que implica gastos y trámites. Sin embargo, existe una alternativa más sencilla y gratuita: obtener un RUC 10 como persona natural. Ambas opciones permiten formalizar tu actividad, aunque presentan diferencias importantes.

Organigrama de la formalización

¿Cuál debería ser nuestra estrategia antes de constituir nuestro negocio?

Al formalizar tu negocio en Perú, tienes dos opciones principales: el RUC 10 (persona natural) y el RUC 20 (persona jurídica o empresa). La principal diferencia radica en que con el RUC 10 las operaciones se realizan a tu nombre, mientras que con el RUC 20 se hacen a nombre de la empresa.

RUC 10: Es gratuito y se tramita de forma rápida y digital. Ideal para negocios pequeños o unipersonales. Sin embargo, implica responsabilidad ilimitada con tu patrimonio personal en caso de deudas. Se divide en dos categorías:

  • Con negocio: Para quienes venden productos, servicios y todo tipo de actividad comercial. Deberán acogerse a un régimen tributario (NRUS, RER, MYPE Tributario o Régimen General). Esta clasificación está ordenada del de menores obligaciones y de menores costos, al de mayores obligaciones y mayores costos.
  • Sin negocio: Para quienes generan rentas de fuentes específicas como alquileres (1° categoría), inversiones (2° categoría), servicios independientes (4° categoría), o dependientes (5° categoría), dentro del RUC 10 sin negocio no hay una categoría para la venta de productos.

RUC 20: Implica costos y trámites más complejos, pero ofrece ventajas como la limitación de responsabilidad al patrimonio de la empresa y mayor facilidad para acceder a créditos y licitaciones. Es recomendable para negocios más grandes, con socios o que buscan un mayor nivel de formalidad.

¿Cuál elegir? Depende de tus necesidades y planes a futuro. Si estás iniciando un negocio pequeño o unipersonal, el RUC 10 puede ser suficiente. Si planeas crecer, tener socios o acceder a mayores beneficios, el RUC 20 podría ser la mejor opción.

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